domingo, 18 de febrero de 2018

CENTRO DEL LOBO IBÉRICO



Después de pasar la mañana en la Sierra de la Culebra, haciendo la ruta Robledo de Sanabria Rihonor de Castilla,  paramos a comer en  Puebla de Sanabria. Nos resguardamos de la lluvia que empezaba a caer bajo la balconada que daba acceso a un bar de nombre un tanto inquietante, Las Animas. Allí  hicimos unos bocadillos con lo que llevabamos en las mochiclas y en el bar nos aprovisionamos de algo para beber con la comida y café para despejarnos de cara a la visita que ibamos a realizar. 
Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León
 
Nada más comer, nos dirigimos al Centro del Lobo Ibérico de Castilla Y León, situado en la localidad de Robledo de Sanabria. Un lugar muy recomendable y en el que en sus dos primeros años ha recibido ya 75.000 visitas.
Comenzamos la visita con la proyección de un video sobre la situación del Lobo en la Península Ibérica y en concreto en la Sierra de la Culebra, y su relación con el hombre durante el paso de los años.
Tras este interesante video, salimos al zona exterior del centro para acercarnos al primer observatorio  y poder ver a los  lobos que habitan en este recinto de unas 3 hectáreas y que no es más que  una parte de la propia sierra que se ha cercado y en donde estos animales están en unas condiciones muy similares a las que podrían tener si  estuvieran libres en la sierra.


Los ejemplares que hay en el centro son naimales   troquelados o improntados.  Proceden  principalmente de lugares donde por diversas razones han sido criados en cautividad y no conocen la vida salvaje. Uno de ellos ha nacido en el propio centro, Robledo se llama,  y hay una loba que  no puede ser observado ya que  se está recuperando de las graves heridas producidas durante un incendio forestal. 

Todos ellos tienen una característica en común:  por las circunstancias de su nacimiento o situaciones padecidas  no podrían sobrevivir en libertad; tendrían problemas con los lobos de las manadas salvajes y al estar familiarizados con el hombre serían presa fácil de cazadores y furtivos.

Durante la visita conocemos a Carlos Sanz, biólogo de campo y responsable del mantenimiento y manejo de los lobos del centro. En un extenso curriculum  con varias producciones documentales de éxito, reconocimientos y premios, figura haber formado parte del equipo del  Dr Felix Rodriguez, y ser parte activa de las grabaciones del Hombre y la Tierra, en concreto de todo lo relaiconado con el Lobo Ibérico.


Carlos Sanz.
Tras una muestra de manejo de los lobos por parte de Carlos y unas magnificas explicaciones, subimos los 500 metros que nos separan del segundo punto de obsevación, donde no tuvimos tanta suerte como en el primero y apenas pudimos contemplar a los lobos.
A toda prisa y huyendo del aguacero que estaba empezando a caer otra vez, entramos en las instalaciones para  en dos grupos  ir visitando las salas. Durante este recorrido y escuchando atentamente las explicaciones de las biólogas del centro aprendimos muchas cosas más sobre el extraordinario animal que es el Lobo.


martes, 13 de febrero de 2018

ROBLEDO DE SANABRIA-RIHONOR DE CASTILLA.



Una nueva ruta con mi club la Senda de Arroyo, esta vez a un lugar especial, La Sierra de la  Culebra.

Estos parajes se encuentran en el noroeste de Castilla y Leon, en la provincia de Zamora, haciendo frontera con Portugal y está compuesta por las comarcas de Aliste, Tabara, Carballeda, Sanabria y  parte de la  portuguesa Tras os Montes. En sus aproximadamente 70.000 hectáreas se encuentra una de las mayores poblaciones de ciervos de Europa y  la mayor densidad de población de Lobo Ibérico de Europa Occidental.

Nuestra ruta comienza en las inmediaciones de Robledo de Sanabria,  en un camino a la derecha de la carretera que  une el pueblo con el Centro de Interpretación del Lobo Ibérico.
Guiados por  Miguel Angel, director de Aherca, tras la huella del lobo, comenzamos a adentrarnos en esta zona de la Sierra en dirección a Rihodoro de Castilla, final de nuestra ruta.

Por caminos y vías de servidumbre, avanzamos entre la niebla atentos a las explicaciones de Miguel sobre la zona, la convivencia del Lobo con los habitantes de la Sierra y la relación de amor y odio del lobo y el hombre en la Península Ibérica.

Al poco de comenzar la ruta, ya empezamos a observar rastros de la abundante fauna que puebla la sierra, en esta ocasión multitud de huellas de ciervos bastante recientes, seguramente de  unas pocas horas antes. Poco tiempo después vimos los rastros dejados por algún pequeño mamífero, probablemente una marta.

Excremento de marta
Hueyas de ciervo








Intentamos ir lo más silenciosos y discretos posibles, todo lo que se puede dentro de un grupo tan numeroso, para no perturbar a la fauna  y a lo mejor, con muchísima suerte poder cruzarnos con alguno de los habitantes de estos bosques.

Miguel, nos va mostrando peculiaridades de la zona, como las diferencias entre las variedades de pino Alvar, y el pino Negro muy abundante en la zona tras diversas repoblaciones, siendo realmente  la especie autóctona de la sierra el Roble o la situación de dos refugios situados a lo largo del camino, utilizados en caso de necesidad de pasar la noche por guardias forestales o naturalistas a lo que se les hecha la noche encima durante sus observaciones.

Interior del refugio
 







Después de  andar alrededor de una hora, empezamos a ver los primeros rastros de la presencia de Lobos en la zona. Una serie de excrementos en medio del camino delata el paso de varios ejemplares hace alguna semana. A partir de aquí y durante casi toda nuestra ruta, estos rastros fueron constantes, dandonos a entender que la manada a parte de por  funciones fisiológicas ha estado marcando su terreno.
Excremento de lobo



 Llevando aproximadamente la mitad de nuestro camino hecho, nos encontramos en un claro del bosque, una balsa de agua semejante a una pequeña piscina, siendo una de sus utilidades aprovisionar de agua a los helicópteros durante un posible incendio, además de ser el habitat de varios anfibios como los tritones, de los cuales vimos varios ejemplares moverse medio aletargados por el fondo.

Poco a poco y expectantes a cualquier ruido o movimiento entre las ramas, vamos llegando al final de nuestra ruta, a la vez que la niebla se va levantando y nos va dejando ver el paisaje de la sierra ylo lejos las primeras casas de Rihonor de Castilla, o ¿Rio de Onor? 






















Y es que este pequeño pueblo tiene la particularidad de que está dividido por la frontera entre España y Portugal, por lo que una parte es española y la otra portuguesa, aunque es el mismo pueblo.  En el se habla castellano y portugués, aunque a decir verdad los portugueses hablan los dos idiomas y los españoles prácticamente solo castellano. Tiene dos bares y los dos en el lado portugués, y la única tienda que hay está en el lado español.


Vista de Rihonor de Castilla

La visita al pueblo fue muy breve,  ibamos justos de tiempo ya que todavía teníamos  tres kilómetros de subida por carretera hasta llegar a nuestro autobús, que no llevaría a comer a Puebla de Sanabria y después a nuestra segunda actividad del día: visita al Centro del Lobo Ibérico en Robledo de Sanabria.
Ruta facil y comoda de hacer, de unos 12 km, sin apenas desnivel, pero que  con la subida por carretera hasta el lugar donde nos esperaba el autobus se alargo a cerca de  15  km y  un desnivel  de alrededor de 700  metros.